lunes, 8 de septiembre de 2008

AVANZANDO EN LA RESTAURACIÓN DE TODAS LAS COSAS

Hace un par de semanas estuve compartiendo la Palabra con los jóvenes de la Iglesia Peniel, de las Asambleas de Dios en Chorrillos. Como Iglesia han tenido un tiempo de Énfasis en Evangelismo y Misiones, y la verdad que fue un tiempo muy especial donde Dios estuvo hablando a todos y a cada uno de manera personal y particular. Terminamos con un tiempo de búsqueda de conocer el corazón de Dios de rodillas en el altar. Agradezco desde este espacio la oportunidad que me brindaron para estar con ellos y en breve deseo compartirles lo predicado esa noche:


La Biblia afirma en Joel 2:28 que cuando venga el derramamiento del Espíritu Santo los ancianos soñarían sueños y los jóvenes verían visiones. Entiendo por sueños, una palabra de sabiduría, si bien puede indicar algo con relación al futuro como en el caso de José, hijo de Jacob; en el caso de José, esposo de María, las 4 veces que se le apareció el ángel en sueños fue para indicarle que tenía que hacer frente a determinada situación. Creo que los jóvenes en una iglesia no pueden andar separados o “divorciados” de los adultos, algunos jóvenes consideran a los ancianos o a los miembros de las juntas directivas, como aquellos que les establecen límites gravosos o sólo están para juzgarlos. Los jóvenes tienen dinamismo, vitalidad, ánimo, fuerza, pero no podrán llegar a completar su tarea o su deseo si no cuentan con la sabiduría de los ancianos.

Por el otro lado los jóvenes, dice el profeta, verán visiones; y esto se refiere a objetivos, metas, cambios, grandes transformaciones. La verdad que no podemos negar, (y lo digo con “santo orgullo”), que los jóvenes han hecho la mayoría de los cambios actuales en nuestras iglesias: cambios en la liturgia, en la alabanza, en la tecnología, en los métodos de enseñanza y de discipulado, etc. Sin embargo el cambio más notorio se ha dado en la alabanza. Personalmente vengo de una Iglesia muy tradicional, soy de la guardia vieja, de esos que en su niñez cantaban: Jonás no le hizo caso a la Palabra de Dios; palomita blanca, palomita azul; manos, ojos, hombros, pies, atención, atención,…etc. Donde cantábamos para iniciar y terminar la adoración nuestra sacra “Doxología”. La mayoría de las veces cantábamos sólo himnos y lo hacíamos sentados y no tocábamos palmas. Sin embargo cuando llegué a la adolescencia coincidió con los cambios en la alabanza, se pusieron de moda los famosos “coritos”, que empezábamos a cantar uno tras otro y no terminábamos hasta que estábamos transpirando de tanto aplaudir y veíamos a los hermanos con un espíritu de gozo diferente. Pero el asunto no ha quedado allí, luego llegó Marcos Wit, Juan Carlos Alvarado, Palabra en Acción, Inspiración, Marco Barrientos…hasta llegar al último grito de la moda: los archisuperplusmegafamosísísísísímos HILLSONG, los cuales son bastante jóvenes para ser tan famosos. Y no está mal, gracias a Dios hemos avanzado a pasos agigantados en esta área, con cada vez equipos más sofisticados y modernos de música y sonido, con proyectores multimedia, mp3, mp4, mp5…etc.


Sin embargo creo sinceramente que nos hemos estancado en otras áreas y el área que continúa y está a la espera para que sea restaurada como realmente debe ser es LA EVANGELIZACIÓN. Y la Biblia es clara y creo que le lanza ese desafío a los jóvenes, son ellos los de las visiones, son ellos los que con la guía del Espíritu Santo deben trazar la meta y con la sabiduría de los ancianos el como llegar a esa meta. Creo firmemente que el que no ha pasado de la Adoración a la Evangelización, realmente no ha adorado con integridad, no ha llegado a una total adoración. Muchos jóvenes cantan, saltan, brincan, lloran, se tiran al piso, levantan las manos; y eso no está mal, pero LO MALO ES QUE SE QUEDARON SÓLO EN CANTAR Y NO APROVECHARON PARA LLEGAR A CONOCER EL CORAZÓN DE DIOS. El que llega a una adoración extrema llegará a conocer el corazón de Dios, el cual LATE POR LAS PERSONAS QUE NO LO CONOCEN.


Ejemplos en la Biblia tenemos varios como Moisés, Isaías, Jeremías, Jesús, los 12, los 120,……..Continuará