lunes, 31 de mayo de 2010

RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS EN LA PAREJA


Los conflictos en la relación matrimonial son algo que se va a dar, es inevitable. En ocasiones entramos al matrimonio con una falsa expectativa y cuando enfrentamos la realidad vienen la frustración, el desánimo y hasta la separación. Existen varios factores que los provocan, problemas económicos, diferentes caracteres, diferentes gustos, trasfondos culturales etc. El asunto es saber como enfrentarlos para que nuestra relación salga más fuerte luego de este conflicto.

A. Considere las Diferencias
1. De género
2. De temperamento
3. De trasfondo familiar
4. De trasfondo cultural

B. Establezca una buena Comunicación
1. Este dispuesto a escuchar y no responder hasta que la pareja termine de hablar. Pr 18:13
2. No prepare su respuesta mientras "escucha" lo que le dicen.
3. No anticipe, mejor escuche...
4. Piense primero en lugar de apresurarse con sus palabras. Pr 15:28; 21:23; 29:20
5. No emplee el silencio para molestar.
6. Explique claramente por qué duda en responder al momento.
7. Hable de tal manera que su pareja pueda comprender y aceptar lo que dice. Pr 15:23

C. Tenga una pelea limpia
1. Es posible mostrar desacuerdo sin necesidad de ofender. Pr 15:1
2. Ataque al problema y no a la pareja
3. Céntrese en un solo problema a la vez. No saque cosas del pasado.
4. Firmeza en el asunto, suavidad en las maneras" Pr 15:15
5. Evite "martillar" Pr 17:9b
6. Prohibidos los insultos y lo gritos
7. No utilice su “arma favorita”
8. Si el asunto se complica, abra un espacio para las treguas. Pr 17:14
9. Decidan anticipadamente cuando poner fin a una discusión. Pr 20:3
10. Déle a las ofensas un tratamiento que le permita crear lazos de comunicación.
11. Reconozca su falta y pida perdón Pr 28:13
12. Perdone (70 veces 7), Pr 17:9a

D. Consígase un buen árbrito
El mejor de todos es Dios. Él no quiere que el matrimonio sea una cosa “como venga”. No está dentro de su plan que los matrimonios se desintegren; ni que los hijos sean marcados y lastimados por el divorcio. Ni siquiera es su deseo que los matrimonios sean aburridos, sin agrado y sin gozo en la pareja. Él ha provisto en su palabra, instrucciones específicas para las parejas a fin que los hogares sean estables, llenos de paz y que los matrimonios crezcan en una relación íntima y profunda (Génesis 2:24)

También Dios ha dejado a sus asistentes, ministros del evangelio. Su labor es ayudarles a reconciliar, sanar, y fortalecer su matrimonio; que vuestro hogar llegue a ser un oasis de paz y que a su tiempo ustedes sean usados poderosamente por Dios para bendecir a otras parejas y así tener familias fuertes y una nación poderosa. Vuestra decisión de obrar correctamente los llevará, con la ayuda de Dios, a vivir la vida abundante que Él tiene para nosotros

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